Es una película basada en hechos reales que relatan el desfalco escolar público más grande de la historia norteamericana sucedido en la década de 2000. La película está construida alrededor de los personajes y no de cómo se se cometía el delito. Por lo que el artífice del fraude se presenta como un ejemplo a seguir para la sociedad pero en el fondo esconde múltiples capas y facetas de su verdadera personalidad.